El surfo australiano Kai Bates y sus compañeros emprendieron un largo viaje a una de las selvas menos exploradas del mundo para hacer SUP en las olas del río Digul.
Por Ariel Fonseca
El supista Kai Bates tuvo que viajar dos días en avión, ocho horas en carro y otras más en bote para llegar a su destino: el río Digul y las olas que produce la marea. Un lugar exótico para el tidal wave surfing, o surf de río.
Una tidal bore, o macareo como le dicen en español, es un tipo de ola que viaja río arriba cuando la corriente del río choca en su desembocadura con la marea. Este fenómeno depende de la velocidad de la corriente y la profundidad del agua. Los surfos aprovechan estas olas para deslizarse sobre distancias mucho mayores a las que pueden lograr en la playa.
Para Kai el viaje significó algo más que surfear, le permitió acercarse a otras gentes y conocer su cultura.
“Este viaje a Papúa fue algo súper memorable. Un lugar de tal belleza, y muy diferente a mi hogar y la mayoría de lugares que visito. Sentí que no estuve allí solo para surfear sino también para echar un vistazo a personas diferentes y su cultura”.