Gabriel Medina apostó con el argentino Leandro Usuna que no podía llegar al pico de Pipeline sin pasar por el canal.
Antes de concluir en el mismo lugar la carrera por el título mundial de la WSL que no comienza hasta el próximo viernes, que más podían hacer dos campeones mundiales para entretenerse…
El pacto de la apuesta fue simple: o bien Usuna, dos veces campeón mundial ISA (2014 y 2016), logró pasar las olas justo en frente de la casa de Rip Curl y se embolsó $ 500, o sino el brasileño, campeón mundial WSL (2014), guardaba su dinero. No había nada que ganar para Medina, si no el placer de ver a un amigo recibir su merecido en el famoso line up hawaiano.
Dado el tamaño de las olas que rompieron ese día, el desafío parecía grande, pero aunque ansioso Leandro Usuna no se desanimó. Motivado por el premio Lele no dio marcha atrás y se lanzó al agua metiendo unos patos bien aplicados antes de llegar al fondo y levantar los brazos en señal de victoria.
Para colmo, para salir del agua donde aparentemente estaba solo,y bajo los aclamos de todos se metió un tubazo arrojado por el soplo del tubo, antes de volver a reclamar su merecido a Medina.